Transformación financiera
Impulsamos procesos eficientes, herramientas óptimas y conocimientos estratégicos adaptados a cada país para ayudar a transformar su entorno financiero
Objetivos
Optimizar la rentabilidad empresarial a través de la transformación de la función financiera
Funciones financieras de alto rendimiento
Liberar al personal de tareas operativas y rutinarias
Mantener un entorno de control optimizado
Áreas clave de transformación
Las áreas de transformación incluyen tesorería, riesgos, informes de FP&A y seguridad

Mejores prácticas
Una hoja de ruta eficaz para la transformación financiera se adapta a las necesidades y objetivos únicos de su organización. Debe ser lo suficientemente flexible para adaptarse a los cambios en las prioridades comerciales y los factores externos, manteniendo al mismo tiempo los objetivos finales enfocados.
Evaluar el
estado actual
Comience por evaluar su función financiera actual, incluidos sus procesos, sistemas y estructura organizativa.
Identifique los puntos fuertes y débiles y las áreas susceptibles de mejora.
Definir la visión y
los objetivos
Articule claramente el estado futuro deseado de su función financiera.
Identifique las metas, los resultados y los objetivos que pretende alcanzar mediante la transformación.
Alinearse con la estrategia empresarial
Asegúrese de que la hoja de ruta de transformación financiera se alinee con los objetivos y prioridades estratégicos generales de su organización. Identificar cómo la función financiera puede contribuir a los objetivos comerciales más amplios.
Involucrar a
las partes interesadas
Involucrar a las partes interesadas clave, como líderes financieros, ejecutivos y jefes de departamento, en el proceso de planificación de la transformación. Busque sus opiniones, aborde sus inquietudes y asegure la aceptación de la hoja de ruta.
Identificar
prioridades
Determine las áreas de transformación financiera que son más críticas e impactantes para su organización. Priorizar iniciativas en función de su potencial para generar valor y alinearse con los objetivos definidos.
Desarrollar
planes de acción
Divida las iniciativas de transformación en proyectos o flujos de trabajo viables.
Defina el alcance, los cronogramas, los requisitos de recursos y los hitos clave para cada proyecto.
Considere
la gestión del cambio
Reconocer que la transformación financiera implica un cambio organizacional. Desarrollar una estrategia de gestión de cambios que aborde la comunicación, la capacitación y el soporte para garantizar una adopción y aceptación sin problemas de los cambios.
Monitorear y
medir el progreso
Establezca métricas e indicadores clave de desempeño (KPI) para dar seguimiento al progreso y éxito de cada iniciativa.
Revisar e informar periódicamente sobre el progreso, haciendo los ajustes necesarios.
Mejorar
continuamente
Adopte una cultura de mejora continua durante todo el proceso de transformación financiera.
Solicite comentarios, evalúe los resultados y perfeccione la hoja de ruta y las iniciativas a medida que aprende y evoluciona.
Enfoque paso a paso
De la definición de la hoja de ruta a la implementación
Priorización
Evalúe y priorice oportunidades y establezca una hoja de ruta de transformación.
Evaluar diferentes posibilidades u opciones y determinar su importancia o valor relativo. Analizaremos varias oportunidades, considerando sus posibles beneficios, riesgos y viabilidad, y luego las clasificaremos u organizaremos según su importancia o impacto potencial.
Optimización
Desarrolle un plan orientado al futuro con mejores prácticas, estudios de casos y herramientas.
Definir las tareas, entregables y objetivos específicos de nuestro compromiso laboral incorporando al mismo tiempo las prácticas más efectivas y eficientes que sean relevantes y comúnmente utilizadas dentro del contexto local.
Implementación
Asegúrese de que el proyecto cumpla con los cronogramas y presupuestos establecidos y mantenga la viabilidad a largo plazo.
Nos atenemos a los plazos, presupuestos y viabilidad a largo plazo establecidos para poder mejorar el éxito del proyecto y minimizar los riesgos. Ayuda a mantener el impulso del proyecto y el control financiero y garantiza que los esfuerzos de transformación se alineen con sus objetivos estratégicos y, al mismo tiempo, proporcione valor sostenido en el tiempo.